martes, 22 de septiembre de 2009

Yo viajo en autocaravana


No sé a quién le puede interesar que, tanto Nina como yo, somos propietarios de una autocaravana y, con ella recorremos, todos los años, un buen trecho de la vieja Europa. Ni que decir tiene que el avance de la comodidad va implícito en la misma con lo que, viajar, si sabes cumplir con las normas básicas de un autocaravanísta, no tiene parangón. Pero, no todo es un camino de rosas, no, la verdad es que no, en esta vetusta piel de toro solo nos encontramos con trabas y más trabas que, por mor de la libertad que tiene los municipios para dictar sus propias ordenanzas municipales, cuando pasamos de uno a otro, nos podemos encontrar que donde se dice si, en el siguiente se dice no, o viceversa, y así sucesivamente.
Antes, no me había dado cuenta de la arbitrariedad que esto supone, pues en España los municipios pueden legislar a su antojo en materia de tráfico, basuras, normas particulares a los Polícias Locales y un largo etcétera que sería interminable, así como sueldo a ediles y funcionarios.
Ante este galimatías, ¿no sé que pensar? ya que un funcionario, con las misma funciones y horario que uno del pueblo de al lado, puede cobrar el doble en función de lo que hayan acordado en el convenio y aprobado en presupuesto.
Por tanto, ante tanta adversidad, preferimos salir de la Península y emigar en busca de ocio en paises que, aunque desconozcamos sus leyes, aqui no es que las conozcamos ni todas, ni a fondo, pero al menos, vemos que en materia de turísmo en autocaravana nos llevan años luz de avance y, un país como Portugal ya está poniéndose a la altura de los que tenemos al norte, demostrando, una vez más, que se puede ser inteligente aún proveniendo también de celtas e íberos.
Me quejo, si que me quejo, no me queda otra que el derecho al pataleo, en este país nuestro de charanga y pandereta, el remolque lo hemos prestado y, cuando nos venimos a dar cuenta, el país de al lado nos ha adelantado.
Los municipios no buscan ni soluciones ni alternativas, solo que ven un problema donde no lo hay y lo atajan como el que manda a un bicho al desolladero, aunque, no hay que echarles la culpa de todos a los políticos, por favor no, la solución está en no votarles y demostrarles, una vez más, que ellos están al servicio del pueblo y nada más, pero, parece ser, y no es mucho imaginar, que ellos creen que el pueblo está a su servicio y,.................así nos va.

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